La Crónica de Hoy
Sabado 9 de Septiembre de 2006
Hora de publicación: 01:56

Alternativa tiene la palabra, el dialogo, las ideas, el programa, no el programa único sino reflexiones de lo que México podría necesitar en los próximos años para salir de este gran atraso. Alternativa se ha planteado un gran compromiso, que no podemos dejar en manos de la clase política, no podemos dejarlo en manos de los partidos políticos. La sociedad civil, con sus redes, con sus manos, con sus esfuerzos, con su inteligencia, con su sabiduría, tiene que ser una actor muy importante, porque si la clase política se queda sola frente a los grandes y enormes retos y oportunidades que tiene este país, pero también frente a los grandes peligros posiblemente lo que tengamos en los próximos 10, 20, 30 años será una profunda mediocridad de dialogo, de compromiso, de posiciones, de posibilidad de crecimiento económico, de salir del atraso y de llegar a esta reforma social del Estado mexicano que también se ha planteado.

Es el momento de que la sociedad civil tiene que jugar un papel central. No es, por supuesto una sociedad civil que en el Zócalo levanta la mano a lo que se le propone, sino la que tiene la posibilidad de debatir, de influir a partir de su experiencia, a partir de sus propuestas, a partir de lo que está por venir – a partir de que el Tribunal Electoral nos diga que este proceso electoral ha terminado, ponga en la mesa su dictamen y empiece de nuevo la vida cotidiana.
Hay también dentro de esta gran polarización, polos que están proponiendo esas reformas estructurales profundas y radicales que no serán posibles, porque de esa manera sólo podemos desarrollar un dialogo de fundamentalismos. Tenemos que buscar las salidas para que ninguno gane todo y ninguno pierda todo, y estamos hablando de reformas de fondo. Hay que hacer una reforma laboral de fondo, energética, democrática, política. Reformas de fondo, pero hoy nuestras diferencias son grandes, son profundas, de por donde tendría que caminar México, por eso entonces, nuestro camino tiene que ser reformista, con la frente en alto. Ahí es donde entran las definiciones de izquierda y de derecha que tendremos que dar, para saber donde están los límites de nuestras diferencias, hay fundamentalismo, porque el compromiso será con la derecha y con la izquierda.

Tenemos una derecha, supuesta, en el gobierno de Vicente Fox que legaliza la píldora de emergencia y tenemos una izquierda que se opone a la Ley de sociedades de convivencia. Las líneas entre unos y otras, pueden ser borradas por un gran compromiso histórico.

Para hacer una reforma social, tenemos que ponernos de acuerdo, por lo menos en esta mesa creemos que no debe estar basada en programas asistencialistas que no construyen ciudadanía, que construyen dependencia, que construyen seres humanos vulnerables frente al poder político, frente al poder municipal hasta el poder federal, y no seres humanos autónomos, conscientes de sus derechos y capaces de pelear por ellos sin arriesgar, con eso, ningún tipo de programa.

Lo que pasó ayer en la Cámara de diputados, de nuevo muestra la imposición, la ley a modo, de un lado en Chiapas se contaron bien los votos y no hubo problema a pesar de que la diferencia es mínima y podría el ganador también haber dicho "recontemos de nuevo voto por voto". Ahí los ciudadanos si contaron bien, ahí no hay problema, ahí hay reglas claras, en la federal no, aquí contaron mal, son leyes a modo, no hay posibilidad de construir caminos y por eso pensamos que si hay una transición en riesgo. Y nosotros influiremos con nuestra palabra, con la palabra con 5 miembros parlamentario frente a 495 diputados, pero esta palabra la seguiremos poniendo sobre la mesa.

Termino diciendo que este gran compromiso, que la salida ante no sea ni la represión ni la humillación, del Ejército por ejemplo el 16 de septiembre que no pueda hacer su desfile ni la humillación del poder ejecutivo que no pueda llegar al Congreso de que no pueda llegar a dar su informe. Pero tampoco la represión.

*Intervención en el Foro “La transición en riesgo;reto y oportunidades”. Se publica con la autorización del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, organizador del evento efectuado el 30 de agosto en la Ciudad de México.

Reformar el diseño institucional
Quisiera empezar diciendo que Alternativa, antes y después de la elección, y ahora más recientemente una vez que concluyó esta etapa del Tribunal Electoral, ha manifestado en forma inequívoca su compromiso con la institucionalidad democrática que construimos en los últimos años. Promovimos la suscripción de un acuerdo entre los presidentes de los partidos políticos, un acuerdo en donde el presidente del PRD estampó su firma después de haber solicitado que se incorporaran una serie de puntos en aquel documento y que ahora está claro que para él no tiene ningún valor haber asumido ahí un compromiso público.

Publicamos nuestra posición a través de un desplegado señalando que respaldábamos al Tribunal fuera cual fuere su resolución, que nos parecía que pudiera ser conveniente que se hiciese un recuento parcial o total de los votos. Lo cierto es que en el ámbito de las atribuciones del Tribunal de las reclamaciones por causales abstractas de nulidad, hay un amplio margen de nulidad para ese órgano, podía haber decidido una u otra cosa, pero dijimos que haya o no recuento, respaldaremos la resolución del Tribunal.

Es curioso que en México hayamos asumido quizá pasivamente durante los meses previos a la elección que el peor escenario era el que ocurrió. Es de llamar la atención porque el peor escenario era que López Obrador perdiera por poca diferencia y porque era asumir que López Obrador iba a reaccionar mal, es decir, que iba a reaccionar como está reaccionando. De alguna manera eso estaba previsto y en lugar de confrontar abiertamente ese escenario de riesgo, lo que se hacía más bien era esperar e invocar a los astros para que eso no ocurriera. Pero ocurrió.

Tuvimos también en todo este tiempo, y lo advertimos en reiteradas ocasiones, un Presidente de la República que decidió meterse de lleno en el proceso electoral y no reservarse un espacio para, como jefe de Estado, en algún momento poder convocar a los distintos actores a una negociación. Ahí también hay una responsabilidad política que debemos subrayar y creo también que los propios actores políticos, quiero subrayar que todos lo que estaban representados hasta antes de esta legislatura en el Congreso -y sobre todo las principales fuerzas- fueron rechazando la posibilidad de una serie de reformas que se indicaron como imprescindibles para no enfrentar lo que enfrentamos en términos de recursos financieros en las campañas, duración de éstas, medios de comunicación, etcétera. No admitieron que esas reformas eran necesarias y en un sentido era obvio que íbamos a ir a una disputa en donde todas estas insuficiencias del marco normativo electoral se iban a agudizar.

Podemos en este momento emprender un proceso para reformar el diseño institucional de la democracia para que sea una democracia efectiva. Coincido con Jesús Silva-Herzog en el sentido de que la democracia debe de servir para algo: no puede pensarse en esta discusión sobre la reforma del Estado en abstracto, debe de pensarse para que sea una democracia que funcione.

Me parece que la otra pista a la que parece estar convocando López Obrador es evidentemente un retroceso y una amenaza a lo que hemos venido construyendo, creo que representa además efectivamente lo peor de estos caudillismos, de estos desplantes autoritarios que estuvieron presentes como un rasgo de identidad muy significativo durante el régimen posrevolucionario, es decir, me parece que hay ahí en esa organización más un viejo priismo dominante que una propuesta de izquierda moderna comprometida con la legalidad democrática.

Es terrible además ver que ahí, en ese espacio de la llamada coalición que ahora en esencia es más lopezobradorismo, y su próxima construcción de legitimidad paralela con esta llamada Convención Nacional Democrática, que gente que sí había tomado una decisión histórica fundamental para la izquierda en México, de apostar por la vía electoral descartando otros caminos, descartando otros instrumentos, hoy esté sometida a un régimen prácticamente de terror. Creo que todos quienes estamos aquí tenemos un amigo o una amiga que nos hablan medio a escondidas y que nos dicen que nos tienen que ver pero en algún lugar pues en donde nadie nos vaya a ver platicando.

Están sometidos a un régimen de terror que contraviene los principios elementales de libertad y dignidad, que deberían estar en el centro de una democracia y me parece inquietante.

Ahora, hay que colocar una serie de temas, una agenda para la izquierda, una agenda para la izquierda democrática, estamos en el compromiso más firme de hacerlo de manera sistemática, con rigor. Aquí en Alternativa lo haremos abriendo además a muchos actores, gente, organizaciones que están en esta matriz de izquierda moderna y democrática, que tiene que abordar desde una óptica distinta, que parta de un compromiso con la legalidad y las libertades, el tema de la desigualdad en este país que finalmente es el tema central.

Me parece por eso que es importante mantener abiertas las puertas del diálogo con estas personas de la izquierda que están hoy ahí en esa melcocha dominada más por el viejo priismo e instalados en el Zócalo. Creo que es gente que más pronto que tarde sabrá desmarcarse y serán interlocutores muy relevantes. Me parece que si Alternativa es capaz de transitar por esa ruta, si es capaz de contribuir a la definición de una agenda de izquierda, si es capaz de contribuir a la formación de acuerdos y de un dialogo incluyente, estaremos cumpliendo una parte importante de nuestra tarea.

Para que no quepa absolutamente ninguna duda respondiendo a la pregunta que hace Héctor [Aguilar Camín]: no lo dudamos en ningún momento, estamos del lado de la institucionalidad y la legalidad democráticas. Respaldaremos en forma inequívoca las resoluciones del Tribunal Electoral.

Ahora bien el día de ayer [29 de agosto] ya nuestro grupo parlamentario lo explicó en un comunicado y lo que se observó es que se estaba violando un acuerdo parlamentario; se estaba diciendo que después se iba a modificar esto para la designación de la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política, y de ahí que se dijera, "bueno independientemente de estos riesgos de estas amenazas explícitas que hay en este caso concreto, se está rompiendo esta norma" y por esta razón se votó en contra. Pero eso no implica que si bien Alternativa está tomando una posición muy clara del lado de la legalidad democrática, eso vaya a implicar estar sistemáticamente o de manera permanente votando de un lado u otro, porque me parece que tenemos que ir razonando nuestras posiciones y que tenemos además que dejar abiertas las puertas para el diálogo y la incorporación de gente que sí viene de la izquierda y que está hoy ahí opacada por este tremendo poder concentrado en la persona de López Obrador. Creo que se mantiene la posibilidad de que escapen en ese secuestro en el que están atrapados y que desde luego habrá que tener una disposición para que este planteamiento de izquierda no solamente se quede aquí sino que tenga posibilidad de diálogo con otras expresiones de la izquierda. Esos son compromisos básicos de Alternativa en este momento y creo que con eso podemos hacer de este momento crítico más una oportunidad que una amenaza para el país.

*Intervención en el Foro “La transición en riesgo; reto y oportunidades”. Se publica con la autorización del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, organizador del evento efectuado el 30 de agosto en la Ciudad de México.

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