Perdió Goliat

Por: Pablo Hiriart
La Crónica de Hoy
Lunes 11 de Septiembre de 2006 Hora de publicación: 01:37

La contienda fue desigual.

Es cierto que la memoria es corta, pero no para tanto.¿O ya se nos olvidó que por más de cinco años López Obrador tuvo en su puño la fuerza de un estado, el Distrito Federal? Todo el aparato del gobierno capitalino se volcó durante años y sin recato a promover la candidatura de López Obrador. Desde el DF doblegó a las autoridades federales cuantas veces quiso. El gobierno de Fox no tenía cohesión para frenar a López Obrador. Iba solo. Dio a conocer nombres de los que estarían en su gabinete porque tomaba las elecciones como un trámite para mudarse a Palacio Nacional. Estaba arriba de las preferencias electorales con más del 50 por ciento de la intención de voto. No sólo él se daba como ganador indiscutible. También la mayoría de la opinión pública lo veía como inevitable.

Cuando se le puso enfrente un contendiente, lo miró para abajo. Rehusó ir al primer debate con Felipe Calderón. Según explicó su coordinador de redes ciudadanas, Federico Arreola, no tenía caso debatir cuando la diferencia en las encuestas era tan grande. “Me da flojera”, respondió AMLO con lacónica arrogancia.

La prensa casi entera hacía campaña para López Obrador. Pintaban a Calderón como un niño chaparrito y lento. Ese contendiente al que ningunearon, les ganó. Y todavía no lo digieren López Obrador ni sus seguidores cercanos. Van a lanzar un gobierno paralelo que será tan funcional como la carabina de Ambrosio.

Perdió Goliat, aunque ahora se quiera hacer pasar por víctima de una lucha en la que compitió en desventaja. Fue al revés. El que ahora se dice “avasallado” por “los de arriba”, contó con el apoyo de grandes empresarios beneficiados con contratos millonarios de obra pública sin licitación de por medio, como en su momento lo documentó Crónica. Ahí estuvieron con él, en primera fila, cuando se registró como candidato ante el IFE.

¿El que dice que los medios de comunicación no le han brindado espacios, que lo han cercado y jugaron a favor de Calderón, es el mismo que salía todas las mañanas en televisión, con entrevistas de una hora en el medio electrónico que él quisiera? Sí, es el mismo. Es el mismo que recibió un trato privilegiado en la televisión y en la prensa. Es el mismo al que le tapaban sus errores porque no querían enemistarse con él. Es el mismo que a los medios electrónicos les pagó—con dinero público— hasta anuncios que nunca salieron al aire, como lo documentó Crónica. Es el mismo que apareció durante casi cinco años en spot para promover su imagen personal. Es el mismo que con dinero público pagó cinco años de anuncios en televisión, donde aparecía con el pulgar hacia arriba, sonriente, con frases de campaña. ¿Ya se nos olvidó? En el futbol, en Big Brother, en las telenovelas, en los noticiarios, hasta en la sopa salía López Obrador.

Su caja chica no tenía fondo. Era el presupuesto del DF, disfrazado en fideicomisos que nunca rindieron cuentas. Una legión apabullante de conductores de radio y televisión estaba con él, y no todos por afinidad ideológica. Las entrevistas con él eran, generalmente, de alfombra roja y caravana para el entrevistado. Desde el gobierno capitalino quiso amedrentar a periodistas y medios de comunicación que ejercían su función crítica.

¿El que se dice atropellado en sus derechos, no es el mismo que usó su posición de gobernante para atropellar el derecho de amparo de los ciudadanos? Sí, es el mismo. Es el mismo que a empresarios que no se alinearon con él los persiguió y en algunos casos los metió a la cárcel. Es el mismo que al dueño del Paraje San Juan lo encarceló por reclamar indemnización por sus terrenos expropiados, y luego Alejandro Encinas tuvo que liberarlo y empezar a pagar. Es el mismo que al grupo EUMEX, que no entró a los juegos de “arreglarse” con las autoridades capitalinas, lo hizo ver las de Caín y pidió orden de aprehensión para sus directivos. Uno de ellos fue a dar al reclusorio. Es el mismo que a Carlos Ahumada, que tenía que darle dinero al secretario particular de López Obrador para financiar “la causa”, lo metió a la cárcel cuando rompió el pacto y delató públicamente a sus extorsionadores.

¿El que dice que los grandes empresarios apoyaron a Calderón para seguir teniendo la riqueza pública como botín, es el mismo que usó los bienes del Distrito Federal para granjearse el apoyo de fraccionadores y empresarios del sector inmobiliario? Sí, es el mismo. Es el mismo que cambió terrenos de alta plusvalía en Santa Fe, por puentes mal hechos y que terminan en un embudo. Es el mismo que intentó meterse a la bolsa a la alta jerarquía de la Iglesia, cuando les regaló miles de metros propiedad de la ciudad para que hicieran negocios con criptas en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe. Es el mismo cuyo equipo autorizó la construcción de torres en Polanco. Es el mismo que cambió bienes por cemento a la trasnacional número uno del ramo, y entregó el Centro Histórico al mayor empresario del país.

¿El que dice que la elección fue injusta porque “al pueblo lo quisieron comprar con “migajas”, es el mismo que a los adultos mayores, que reciben los 700 pesos de pensión del GDF, su gobierno los coaccionaba para asistir a sus mítines en el Zócalo? Sí, es el mismo. Ahí están las fotos, con el pase de lista a los viejitos, publicadas en Crónica.

¿El que dice que los ricos se confabularon en su contra para impedir un gobierno que atienda primero a los pobres, es el mismo que abandonó al sector salud durante su gobierno? Sí, es el mismo que los dejó sin medicinas ni instrumentos, porque el dinero se iba para otro lado, a financiar obras por adjudicación directa a posibles financieros de su campaña. Aquí se publicaron las fotos del desabasto en los hospitales y los testimonios dramáticos del abandono. Es el mismo que con lo poco que autorizaba para el sector salud, se las arreglaba para usarlo como propaganda personal. Hasta en los preservativos masculinos que repartía Salud del GDF aparecía el rostro de López Obrador con propaganda suya: sí cumple. Aquí lo publicamos. Y el reportero Raymundo Sánchez le entregó en la mano uno de esos condones para probar la veracidad de los hechos.

¿El que dice que compitió contra el dinero de Calderón, no es el mismo que conformó un ejército de taxistas piratas que aportaban su cuota semanal a las organizaciones del PRD? Sí, es el mismo.I gual cosa ocurrió con los ambulantes. Cuotas y más cuotas para la causa.

¿El que dice que su adversario gastó a raudales durante la contienda, no es el mismo que más gastó encampaña?Sí, es el mismo. López Obrador fue el que más gastó. Avasalló durante la campaña. Diez mil 500 spots en televisión le contabilizó el IFE.

¿Quién podía competir contra eso? Según él, nadie. La victoria parecía segura, pero... perdió Goliat. Y ahora se apresta a formar un gobierno paralelo, con un “Presidente legítimo”. Lo tendremos un sexenio, acampado en el Zócalo, con la misma actitud que la del campanero de la iglesia de Lagos de Moreno. Después de muchos años de ser el campanero de la iglesia, el cura decidió cambiarlo por el monaguillo, pues como campanero era muy informal, borrachín y con los años se sentía el dueño de la iglesia. El resto de sus días el campanero se la pasó sentado en un banco de la plaza diciéndole a quienes se sentaran a su lado: “miren, que mal toca las campanas ese güey”.

phiriart@cronica.com.mx

0 Comments:

Post a Comment




Blogger Template by Blogcrowds


Copyright 2006| Blogger Templates by GeckoandFly modified and converted to Blogger Beta by Blogcrowds.
No part of the content or the blog may be reproduced without prior written permission.